Qué pasó en el huerto de Getsemaní
El Huerto de Getsemaní es recordado como el lugar de la Agonía de Cristo, ya que fue aquí donde Jesús enfrentó uno de sus momentos más angustiosos antes de su crucifixión.
Conocido por ser un sitio de oración habitual para él, este jardín también fue testigo de su traición por Judas y su arresto a manos de los romanos. En medio de una intensa lucha emocional, Jesús agonizó por el destino que sabía que lo esperaba, entregándose plenamente a la voluntad de Dios.
Jesús padece en el huerto de Getsemaní
La agonía de Jesús en el jardín de los olivos es uno de los episodios más fuertes en la biblia del nuevo testamento. Tras la Última Cena, Jesús se retiró a su lugar usual de oración para afrontar la angustia que le provocaba lo que estaba por venir. Allí, oró fervientemente pidiendo a Dios que, de ser posible, apartara de él el cáliz del sufrimiento.
Mateo 26:39 Oración de Jesús en el huerto de Getsemaní
Uno de los pasajes más conocidos en este contexto se encuentra en Evangelio de Mateo, cuando Jesús dice:
“Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como quieras tú.”
Este momento refleja tanto su angustia como su obediencia, confiando plenamente en el plan divino a pesar del sufrimiento físico y emocional que le aguardaba. Así, su oración se convierte en un ejemplo de fe y entrega.
Marcos 14:32-42
El Evangelio de Marcos narra cómo, tras la Última Cena, Jesús y sus discípulos llegaron al Jardín de Getsemaní. Allí, llevó consigo a Pedro, Santiago y Juan, quienes siempre lo acompañaron en los momentos clave.
Jesús, sumido en una profunda tristeza, se aparta para orar en soledad. A sus discípulos les confiesa: “Mi alma está muy triste, hasta la muerte”, revelando no solo el temor al dolor físico, sino la carga emocional y espiritual de cargar con los pecados del mundo.
A pesar de que les pidió que se mantuvieran en oración, los discípulos se quedaron dormidos tres veces. Jesús, al encontrarlos, se dirigió a Pedro: “¿Simón, duermes? ¿No has podido velar una hora?”.
Su somnolencia contrasta con la angustia de Jesús, quien perseveró en la oración. Pidió a Dios que, si era posible, se apartara de él el sufrimiento, pero aceptó plenamente su destino: “No lo que yo quiero, sino lo que tú quieres”.
Este acto de entrega total muestra su obediencia como Mesías, dispuesto a sacrificarse por la redención de la humanidad.
El pasaje concluye con la traición de Judas, quien llega acompañado por una multitud armada enviada por los principales sacerdotes y escribas. Judas, uno de los propios discípulos de Jesús, ha venido para entregarlo a sus captores, marcando el inicio de la Pasión de Cristo.
El significado espiritual del Huerto de Getsemaní
El mensaje está estrechamente vinculado al concepto de sacrificio, oración y obediencia. Jesús, en su última noche, nos mostró cómo enfrentar el dolor y la voluntad de Dios con humildad y fe.
Su experiencia en el huerto es un recordatorio de que, aunque las pruebas en la vida puedan ser abrumadoras, siempre hay una razón más elevada detrás de ellas, y confiar en el plan divino nos lleva a la paz y la salvación.